Como Trump neutralizó a Epstein.
Por Theo Belok.
El siguiente es un subcapítulo del libro "Trump contra el globalismo. El Retorno. Tomo II".
2.12.3 Como Trump neutralizó a Epstein.
Jeffrey Epstein era un magnate financiero estadounidense, que fue juzgado y condenado por la justicia de Florida en el 2008, por abuso sexual de varias menores de edad, a las que luego prostituía con poderosos amigos suyos. Tras una investigación policial que lo llevó tras las rejas, sus prominentes abogados lograron un trato bastante indulgente para el tenor de crímenes cometidos por décadas. Apenas fue liberado de prisión, siguió por unos diez años más ampliando su red de trata de menores sin ser molestado por la policía, la justicia o el poder político. Epstein se codeaba con la elite política, empresarial y cultural. Tenía fotos con Clinton, Trump, el príncipe Andrew, Bill Gates, Noam Chomsky, Kevin Spacey, Leslie Wexner, Mohammed bin Salman, Naomi Campbell, Alec Baldwin y centenares de famosos más. Muchos de ellos iban a fiestas que él organizaba y ofrecía su jet privado para trasportarlos con amabilidad. No todos los que figuran en sus fotos o contactos estaban vinculados a sus crímenes contra menores, pero sin dudas de allí sacaba sus clientes a los cuales filmaba en sus encuentros con menores, a los cuales luego extorsionaba a cambio de dinero o favores especiales. Una aberrante, ingeniosa, pero poco original forma de acumular poder e influencia.
Aunque los medios progresistas han logrado asociar desproporcionadamente la figura de Epstein a la de Donald Trump, no suelen aclarar que el vínculo con Epstein fue muy tenue, en su mayoría de juventud, eventual y pasajero, pocos aclaran que eran casi vecinos en Florida. Prácticamente se conocieron de manera forzada.
Los padres inmigrantes de Epstein organizaban fiestas sociales para ricos a los fines de ganar contactos e influencia. Los padres de Trump asistieron a esas fiestas donde el pequeño Donald miraba a los dos hermanitos Epstein tocar el piano. Los despreciaba por ser pedantes y algo nerds. Luego Epstein de mayor, comenzó él mismo a organizar fiestas, bastante diferentes a la de sus padres, pero con el mismo fin, ganar contactos, poder e influencia.
Trump dijo “Tuve una pelea con él hace mucho tiempo, hace unos 15 años que no hablamos, no era muy amigo” declaró cuando lo detuvieron en el 2019. Epstein hacia décadas tenía prohibida la entrada a su complejo Mar A-Lago. Ya que Epstein hacia sociales con jovencitas del club a las que luego invitaba a su propia mansión para abusarlas, tras descubrir comportamientos indecorosos su entrada fue negada para siempre. La prensa manipulada de izquierda, no suele aclarar esto.
La afinidad más cercana y verdadera amistad de Epstein, se daba con el matrimonio Clinton, y hasta fechas relativamente recientes. El 6 julio 2016, Los abogados de Jeffrey Epstein promocionaron su estrecha amistad con Bill Clinton e incluso afirmaron que el multimillonario ayudó a iniciar la controvertida fundación familiar en una carta de 2007, destinada a aumentar su imagen durante las negociaciones de declaración de culpabilidad, según ha informado Fox News ([i])
Mientras que existen testimonios de víctimas directas de Epstein que vieron numerosas veces a Bill Clinton en la “Isla de la pedofilia”, no hay evidencia ni testimonios que Trump haya pisado jamás dicha isla.
Como vimos anteriormente, varias redes internacionales de pedofilia fueron desarticuladas durante el mandato de Trump. La de Epstein especialmente fue gracias a una acción iniciada por el propio presidente.
Un dato muy importante para tener en cuenta,
corría el año 2015 y un presentador
del (CPAC), le preguntó a un Trump en campaña, sobre que le parecía Bill Clinton. Él respondió: “Es un
tipo simpático, tendrá muchos problemas
en mi opinión, con la famosa isla de Jeffrey Epstein. Muchos problemas” ([ii]).
Es decir, antes de llegar a la Casa Blanca, Trump sabía el punto débil de
los Clinton y del Estado Profundo. De una manera muy disimulada sacaba el tema
a flote, en ese momento la isla de Epstein no era “famosa”. ¿Cómo podía darle
más visibilidad? ¿Cómo podía hacer para que incluso los demócratas ayudaran a
remover el avispero?
Recordemos lo siguiente, fue Donald Trump quien nombró a Alexander Acosta como secretario de Trabajo. Acosta entonces, era Fiscal Federal para el Distrito Sur de Florida y fue quien firmó una sentencia muy indulgente para Epstein, en el nombrado caso de pedofilia y trata de menores. En vez de sentenciarlo por 15 años de prisión según estimaban los expertos, se lo condenó a solo 13 meses con salidas diarias condicionales para “trabajar”. Desde entonces, ese acuerdo legal ha sido apodado el "acuerdo de amor". Acosta más tarde diría a los funcionarios de transición de Trump -antes de su nominación para Secretario de Trabajo- que su decisión de aprobar el "trato de amor" se produjo después de que le dijeran que se retirara en el caso Epstein, porque "pertenecía a la inteligencia".
En ese momento, superficialmente se especuló que podría haber sido colaborador de la CIA, el MI6 británico y el Mossad israelí.
Lo concreto es que nadie detuvo realmente al criminal por varias décadas. Luego de cumplir su ridícula condena, el poderoso Epstein siguió ampliando su red de pedofilia y chantaje con una impunidad asombrosa. Pero en el 2017 algo cambió. Después de diez años, cuando todos habían olvidado a Epstein, Trump nominaba a Alexander Acosta para su Gabinete. El Senado, que es quien aprueba las nominaciones, contó con varios parlamentarios que “redescubrieron el caso” arrojando luz sobre la “injusticia cometida por Alexander Acosta” en el caso Epstein. La prensa junto a la oposición demócrata, con tal de desprestigiar a Trump, no desaprovecharon la oportunidad para señalar el tan vergonzoso nombramiento.
Como si se tratase de un juego de ajedrez, a un maquiavélico Trump solo le bastó colocar a su lado a Alexander Acosta, como si fuera un alfil que sabía que sacrificaría en algún momento.
La notoriedad inmediata que dio el polémico nombramiento, tuvo la repercusión esperada.
Este ardid condujo a que el FBI reabriera el caso, ahora en Nueva York donde Epstein tenía otra mansión. Lo que consecuentemente más tarde condujo a su arresto sorpresa, dos años después (el 7 de julio de 2019). Trump soportó las flechas, haciéndense el distraído -es una estrategia que le sale genial-.
Cuando detuvieron a Epstein, Trump simplemente hizo dimitir a Alexander Acosta ([iii]). Cuando Epstein fue encontrado muerto en su celda un mes después de su detención el 10 de agosto del 2019, el presidente publicó una frase sugerente en su cuenta de Twitter, con el hashtag #EpsteinMurder (asesinato de Epstein) asegurando que el millonario "tenía información sobre (el expresidente) Bill Clinton" y sugirió que eso estaría relacionado con su muerte. Puede ser cierto, o tal vez no. Nunca lo sabremos.
A la luz de las mayorías, se trataba solo de un pedófilo con buenos contactos en el poder, incluido Trump, la prensa no reveló la esencia del asunto e incluso usó la figura ya sucia de Epstein, para desprestigiar al republicano.
La muerte de Epstein, caratulada como “suicidio” desató un sin fin de especulaciones. ¿Se suicidó?, ¿lo mataron?, ¿escapó simulando un suicidio? ¿Lo eliminó gente de Clinton, de Trump? ([iv]), hasta el momento no es posible saberlo.
Lo que sí es un hecho, es que bajo la administración Trump fue neutralizada toda la red de pedofilia y chantaje del presunto agente de inteligencia Jeffrey Epstein, que él y sus superiores usaban para tener en sus manos al establishment americano, políticos, jueces, científicos, actores de Hollywood, un príncipe británico y banqueros, tal como afirmó anticipadamente “Qanon”. Hoy en día su principal colaboradora Ghislaine Maxwell, hija de un prominente espía israelí, esta presa y condenada. La red de chantaje a poderosos de la elite con “trampas de miel” fue desmontada por completo.
Trump hizo que las cosas pasaran, despistó al enemigo, recibió flechas, se hizo el distraído, colocó en el tablero un alfil que centraría la atención antes de ser sacrificado, una vez acabada la misión, no reclamó ningún premio por la que fue tal vez, la mayor operación militar de la historia estadounidense vinculada a la Seguridad Nacional.
[i]
Zimmerman, Malia. (6 de
julio de 2016). Billionaire sex offender Epstein once claimed
he co-founded Clinton Foundation. Fox
News. https://www.foxnews.com/us/billionaire-sex-offender-epstein-once-claimed-he-co-founded-clinton-foundation
[ii] Puede encontrar este video en mis redes sociales como Instagram: @theo_belok
[iii] Redacción. (12 de julio de
2019). Dimite el secretario de Trabajo de EEUU Alexander Acosta. Huffington Post https://www.huffingtonpost.es/entry/dimite-el-secretario-de-trabajo-de-eeuu-alexander-acosta_es_5d28985ee4b02a5a5d59b114.html
[iv] Lo cierto es que estuvo recluido en la misma prisión federal donde estuvo el jefe narco apodado “El Chapo” Guzman o el estafador ponzi Berni Madoff. Allí son recluidos aquellos que esperan sentencia, antes de ser llevados a otras prisiones de máxima seguridad. Sus condiciones dejaban mucho que desear, fue construida para alojar a 474 reclusos, pero tenía 763 reclusos, había escases de personal, las condiciones sanitarias no eran las mejores, existen testimonios que afirman sobre la presencia de ratas. Sin entrar en detalles, puede decirse que hubo serias irregularidades, uno de los dos guardias a cargo de Epstein no era un funcionario correccional regular; dos guardias estaban destinados a verificar su situación cada 30 minutos, pero esos procedimientos no se siguieron la noche de su muerte. Jeffrey Epstein había pasado del programa de prevención de suicidio a un "estatus de observación especial", con revisiones cada 30 minutos en lugar de cada 15, además de incluir la presencia de un compañero de celda (que solo estuvo un tiempo antes de ser transferido sin reemplazo). Los protocolos no se cumplieron.




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