La verdad desatada
Por Michael Flynn
El Estado Profundo creyó que podía enterrarnos. Se equivocaron.
El día que estábamos esperando por fin ha llegado. Los documentos de Crossfire Hurricane —esas oscuras y enmarañadas redes de mentiras urdidas por el Estado Profundo para socavar al presidente Donald J. Trump y, por extensión, a mí— ya están desclasificados. Puedo decirles con firme convicción: esta es una victoria para todos los estadounidenses que creen en la justicia, la transparencia y los principios sagrados de nuestra República.
Permítanme llevarlos de vuelta al principio. Fui la zona cero de su asalto calculado: un asalto no solo contra mí, sino contra la voluntad del pueblo estadounidense que eligió al presidente Trump en 2016. El bulo de Rusia, como lo he llamado desde hace tiempo, fue una farsa desde el principio. No se trataba de seguridad nacional; se trataba de poder. El FBI, bajo el mando de Comey y McCabe, utilizó su autoridad como arma para atacarme, un veterano condecorado de 33 años, porque me atreví a apoyar a un presidente al que despreciaban. Me tendieron una emboscada, tergiversaron mis palabras y arrastraron a mi familia al infierno, todo para apuntalar una narrativa que jamás tuvo un ápice de verdad.
Ahora, con estos documentos al descubierto, el pueblo estadounidense puede verlo por sí mismo. Crossfire Hurricane no fue una investigación; fue un ataque político. Los archivos desclasificados revelan las artimañas: los abusos de la FISA, la manipulación de pruebas, las filtraciones a medios de comunicación cómplices. Muestran cómo el FBI ignoró pruebas exculpatorias que habrían limpiado mi nombre mucho antes de que me obligaran a declararme culpable bajo coacción. Prueban lo que he dicho: no hubo "allí". No hubo colusión. No hubo conspiración. Fue simplemente un intento desesperado de un establishment corrupto por sabotear a un presidente legítimamente electo y silenciar a quienes lo apoyaban.
Esta desclasificación no se trata solo de mí, se trata de ti. Se trata de cada ciudadano al que se le dijo que se sentara, se callara y confiara en los llamados expertos. Se escondieron tras sellos de "clasificación" durante años para ocultarte la verdad. Pero el presidente Trump, Dios lo bendiga, ha desgarrado ese velo. El 25 de marzo, firmó la orden, y ahora la realidad sin filtros de lo que hicieron es tuya para juzgar. Te insto a que investigues estos archivos cuando se publiquen. Mira los memorandos, los correos electrónicos, las notas de Strzok y Page, esos burócratas engreídos que pensaron que podían jugar a ser Dios con nuestra democracia. Verás el sesgo, la incompetencia y la malicia descarada.
He pagado un alto precio por esta lucha. Mi reputación quedó manchada, mis finanzas fueron vaciadas, mi libertad amenazada. Pero nunca vacilé porque sabía que la verdad saldría a la luz. Y aquí estamos. Este no es el final, es el comienzo. Una oportunidad para exigir responsabilidades a quienes abusaron de su poder. Una oportunidad para reconstruir la confianza en instituciones que han perdido el rumbo. El informe de John Durham sentó las bases, mostrando los fallos del FBI, pero estos documentos son la prueba cruda y sin adornos. Son un llamado a la acción para que todo patriota exija reformas, para decir "nunca más" a este tipo de tiranía.
A mis detractores, les digo esto: los hechos ya están a la vista. Ya no pueden evadirlos con evasivas. A mis partidarios, les agradezco por apoyarme cuando la tormenta era feroz. Y a todos los estadounidenses, aprovechen este momento para reclamar su voz. El Estado Profundo pensó que podía enterrarnos. Se equivocaron.
Mantente fuerte. La lucha por la verdad continúa.
Comentarios
Publicar un comentario