EL ORIGEN DEL GLOBALISMO

Por Theo Belok                                                                                                                                  22/11/22

INTRODUCCIÓN

Aunque se tienda a considerar al globalismo como un fenómeno absolutamente nuevo, surgido luego de la Segunda Guerra Mundial (cuando se formaron los organismos multilaterales como la ONU, OMS, OMC, FMI, UNESCO), el origen germinal del globalismo es más arcaico y retrógrado de lo que pueda uno imaginarse. Descubrir cuáles son las fuerzas históricas subterráneas que lo han motorizado, permitirá vislumbrar su naturaleza esencialmente destructiva. Poder conceptualizar adecuadamente esta problemática, es a día de hoy indispensable para poder generar soluciones que neutralicen y reviertan sus efectos adversos. El globalismo nace de una fuerza retrógrada y primitiva: la sociedad nómadaEn contraposición, el patriotismo nace de un salto social evolutivo: la sociedad sedentaria; que condujo al desarrollo y la formación de la civilización industrial-tecnológica en la que vivimos. El siguiente análisis servirá al emergente movimiento contestatario de la nueva derecha soberanista como una espada para la batalla cultural y retórico-argumentativa.

DEL NOMADISMO AL SEDENTARISMO, DE LA BARBARIE A LA CIVILIZACION.

El origen subterráneo del globalismo se remonta a un período pre-civilizatorio, de cuando regía en el mundo la ley de la selva. Hace miles de años los humanos eran nómadas. Algunas tribus vivían en la selva, otras en las estepas, desiertos y montañas. Se dedicaban a la caza, la pesca, la recolección y el saqueo a otros humanos. La violencia y la lucha por la supervivencia hizo que algunos se agruparan. Los nómadas vivían en un estado de guerra y hostilidad permanente. Las agresiones provenían de la naturaleza y de otros nómadas. La principal preocupación era sobrevivir, descubrir un refugio, encontrar que comer y como obtener los recursos básicos de subsistencia. No había espacio para nada más. La violencia, el miedo y la precariedad eran la norma.

Una monótona meseta histórica de cientos de miles de años -donde nada nuevo ocurría-, fue sacudida por dos acontecimientos trascendentales que cambiaron de manera evidente y radical la vida social de la humanidad: la revolución neolítica con el desarrollo de la agricultura; y la revolución industrial (Siglo XVIII-Inglaterra) con el desarrollo de los motores incorporados en el transporte y la producción a gran escala.

Con la revolución neolítica surge y se consolida una sociedad basada en la agricultura y la ganadería, fue recién entonces que la mayoría de los pueblos del mundo evolucionaron hacia al sedentarismo, dejando atrás el nomadismo. Con este salto, el hombre lograba -en gran medida- reproducir y controlar la fuente de alimento que consumía, impulsando un estilo de vida más autosustentable. Este fue el primer intento del hombre de dejar la depredación contra la naturaleza y otros humanos. Sin embargo, no todos se hicieron sedentarios al mismo tiempo.  Este retraso en algunos grupos rezagados, provocó tensiones y choques con los que sí habían logrado desarrollarse. Veremos a continuación como aquel primer antagonismo ancestral entre nómadas/sedentarios, forjó costumbres, tradiciones, creencias, instituciones, y estilos de vida opuestos, que terminaron proyectándose hasta el presente bajo las nuevas formas de globalismo/patriotismo. Un fenómeno que llegó a exteriorizarse explícitamente durante la presidencia del estadounidense Donald J. Trump (2017-2021). En mi libro “Trump contra el globalismo”, me adentro en esta temática particular.

En el desenvolvimiento de este antagonismo profundo, está en juego nada más y nada menos que un estilo de vida, un conjunto de valores y un orden social. Analicemos entonces las entrañas de esta encrucijada, ya que no podemos darnos el lujo de ser indiferentes ante esta problemática, pues nos afecta ineludiblemente en todo lo que nos rodea, así como a futuras generaciones.

La elite globalista está erosionando día y noche los pilares de los Estados nacionales soberanos. Su accionar ha sido cada década más evidente. Los patriotas, los amantes de la libertad y la comunidad de naciones soberanas de Occidente, -es decir los soberanistas- observamos un ataque permanente a nuestros principios, valores, costumbres y tradiciones. Los fundamentos sobre los cuales se edificó nuestra Civilización están siendo dinamitados por fuerzas hostiles con intereses especiales. Un establishment global desarraigado está atacando todo aquello que más amamos, lo que somos y lo que tenemos. Vienen por todo. Vienen por ti, y por tus hijos.

Defendemos el principio de no agresión, y éste se basa en una paz armada y vigilante, no una paz sumisa. Por eso los patriotas se defienden como aquella serpiente enroscada de la bandera amarilla, que con un cascabel en su cola advierte al agresor de su presencia para evitar conflictos, pero no teme morder y liquidar al atacante si éste la pisa. Nuestra supervivencia está siendo amenazada. O nos unimos para defendernos, o pereceremos en esclavitud global.

Pero para luchar hay que conocer la fuente de la agresión, su origen y sus móviles. Solo comprendiendo la esencia de una problemática es posible poder enfrentarla y resolverla. Ahora sin más preámbulo, vamos a los hechos.  

Los nómadas se caracterizaban por vivir en un perpetuo estado de barbarie «sin fronteras», migrando de un lugar hacia otro, errantes, desarraigados, sin asentarse en un suelo propio, sin patria, cultivos, propiedad, sin ciudad, sin Estado, sin derecho, sin ley y sin libertad. Las necesidades básicas y la absoluta dependencia a las inclemencias del entorno regían sus vidas. La fuerza de la violencia y las pasiones anárquicas fueron el primer y único lenguaje humano por mucho tiempo. No había espacio para racionalizar un ordenamiento social mejor.

Los nómadas eran depredadores, es decir, se dedicaban a la caza, a la pesca y a la recolección de frutos silvestres, vivían en cuevas y se agrupaban en clanes -usualmente endogámicos-.

Los pueblos nómadas expresaron un estilo de vida que con el tiempo devino en la tradición nómada. Por nombrar solo algunos encontramos a los beduinos, mongoles, tribus como los pigmeos baka, antiguos hebreos, tribus mesopotámicas, gitanos, antiguos germanos, vikingos y collas.

Los nómadas al entrar en contacto con los primeros sedentarios, advirtieron que era mucho más fácil obtener recursos depredando a otros humanos que depredando la naturalezaEl impulso primitivo de desarraigo y migración constante en busca de recursos o fuentes de alimentos, recursos o riquezas, reforzó la sed del saqueo, la depredación, el asalto o robo de las posesiones de otros, el botín, las invasiones, secuestros, esclavización, las matanzas genocidas y la brutalidad despótica. ¿Les suena a piratas, socialistas, delincuentes, banqueros y dictadores enemigos de la libertad? Ya verá el lector cómo es posible unir puntos cuando se ve la cuestión de fondo. El antiguo pueblo mongol con el tirano Gengis Kan a la cabeza, fue un claro ejemplo histórico de éstas prácticas específicas, donde el nomadismo tribal fue el que impulsó uno de los imperios más extensos y sanguinarios de la historia. La violencia nómada iba especialmente dirigida hacia otros pueblos, usualmente más avanzados y sedentarios, a quienes veían como presas fáciles para ir deglutiendo y explotando en su camino.

Si bien algunos pueblos sedentarios también tuvieron excepcionalmente estas inclinaciones agresivas, en rigor de verdad fueron los grupos humanos de tradición nómada las que caracterizaron mayoritariamente estas conductas como un estilo de vida. Esto se evidenció en aquellas tribus naturalmente poco inclinadas al trabajo y el sacrificio que conlleva el desarrollo de una civilización elevada.

La existencia del nómada, que antes dependía de los duros caprichos de la naturaleza y la precariedad, encontró el camino de la vida fácil en el pillaje, atando sus prácticas a la agresión, la explotación y el saqueo de otros grupos humanos autosuficientes y laboriosos. No pudiendo crear un auto sustento en base a su esfuerzo, nada bueno en la cultura o la tecnología para ser admirados y respetados, se abocaron principalmente a la conquista (violenta o pacifica), al parasitismo y el saqueo de los pueblos sedentarios. Así surge la apropiación asimétrica. Con sus acciones violaban así el principio de no agresión, y el de no intervención en el autogobierno y autodesarrollo de los demás pueblos. Los nómadas fueron los primeros intervencionistas, y no solo sobre otros grupos, sino también sobre los individuos.

La dependencia de fuentes de alimentos y recursos de otros -como modo de vida-, es la base del conflicto y la explotación del hombre por el hombre.  

Por el contrario, la autosuficiencia sedentaria en alimentos y recursos -como modo de vida-, es la base para establecer la paz social entre grandes grupos humanos, para ello hay que tener tierra, asentarse en ella, trabajarla y asegurar las mismas.

Fueron los pueblos orientales quienes formaron los principales imperios nómadas, como Xiongnu, Kushan, Xianbei, Huno, Rouran,Kok-Turks, y el mongol. La famosa muralla china fue erigida para evitar la invasión de hordas nómadas. Muchos de ellos tomaban como capitales las ciudades de pueblos sedentarios conquistados, explotaban sus recursos comerciales, sometían a los nativos y seguían su saqueo a las próximas ciudades. Entre nómadas y sedentarios siempre hubo una evidente relación de agresores y agredidos, de explotadores y explotados.

Es claramente posible trazar una línea entre nomadismo-actitud agresiva-expansionista (depredación de recursos generados por otros o la naturaleza) y sedentarismo-actitud defensiva-aislacionista (producción autosustentable y protección de recursos autogenerados). Son estilos de vida opuestos que generaron cosmovisiones, valores, tradiciones, relaciones humanas, formas de vida, producción e instituciones radicalmente diferentes.

Esto se daba también por haber sido grupos muy poco inclinados a la obtención de medios de vida a través del trabajo propio, en definitiva, les era más simple y rápido robar o depredar cosechas y bienes que otros pueblos obtuvieron con esfuerzo y dedicación (de allí su carácter parasitario o intervencionista sobre la propiedad de otros). Un comportamiento similar es posible encontrar entre los monos macacos de Bali, que abandonaron la recolección natural de frutos y se inclinaron al robo a humanos, ya que obtienen alimentos de una manera más fácil y rápida, esta conducta aprendida por primates surgió solo por el contacto con humanos y se ha probado que es transmitida socialmente de generación a generación de macacos (BBC Ciencia, 2017) [i]

Lamentablemente mientras unos pueblos se elevaron por la curva ascendente del sedentarismo y la civilización; otras tribus y pueblos jamás evolucionaron, y mantuvieron su salvajismo y costumbres intactas, no pudiendo superar su estadio primitivo de nomadismo. Sumemos, las ambiciones desmedidas de tiranos, la ignorancia, el fundamentalismo de algunas religiones imperialistas que competían por ser el credo dominante y “verdadero”, así como la codicia ilimitada por hacerse con la riqueza acumulada por otros pueblos. Transformaron esta posibilidad de orden, en un terrible caos. Como veremos los nómadas que no evolucionaron hacia el sedentarismo, allí donde fueron trataron de imponer su estilo de vida arcaico y su tradición.

Durante la historia, los nómadas arribaban a territorios de sociedades sedentarias arraigadas a la tierra. El choque no tardaba en presentarse con violencia. Algunas veces los nómades o semi-nómadas sometían a los autóctonos hasta borrarlos del mapa, y otras veces los sedentarios expulsaban a los extraños con violencia, pues los arribistas llevaban consigo la tendencia antisocial al saqueo o el parasitismo. Gran Bretaña o Alemania son ejemplos históricos de estos procesos.

Mientras que los nómadas dependían principalmente de lo que otros producían, los sedentarios no dependían de nadie. Unos perfeccionaron sus métodos de saqueo sistemático y otros perfeccionaron sus métodos de producción sistemática.

Fréderic Bastiat decía, “cuando el saqueo se convierte en una for­ma de vida para un grupo de personas, crearán para ellos a lo largo del tiempo, un sistema legal que lo autoriza y un código moral que lo glorifica”. Bien podríamos aplicar esta frase para referirnos a los nómadas, sus instituciones y las formas de organización social, ideológica y culturales creadas por ellos. Para los nómadas los bienes y la propiedad de los demás, son como objetos encontrados en el desierto, es decir “sin dueño”. Las fronteras de la Patria son para ellos un estorbo que impide perpetuar el saqueo irrestricto.

El imperialismo como fuerza expansionista, se inspira en la tradición nómada. Por otro lado, tenemos el patriotismo como fuerza de autodeterminación e independencia que se inspira en la tradición sedentaria.

El imperialismo implica la destrucción de las fronteras. Es una unidad política que sobrepasa las tribus y pueblos emparentados por naturalezaEl globalismo no es otra cosa que un imperialismo de elites internacionalistas-nómadas desarraigadas (apátridas).

Las fronteras nacionales (las patrias), son obstáculos para la conquista imperial globalista.

El límite de toda conquista, es el mundo entero. Muchos pueblos y dictadores sanguinarios intentaron el dominio mundial siguiendo impulsos primitivos inconscientes.

Una de las primeras manifestaciones históricas más evidentes y “actualizadas” del globalismo, vinieron a presentarse en la época de los imperialismos europeos, principalmente el británico. Y era de esperar, en tanto representa la idea extremista de un imperialismo sin fronteras instaurado a escala global, como Estado Único. Fue en la aristocracia anglosajona donde confluyeron las ideas mesiánicas junto a las de un imperialismo global que definió el primer modelo netamente globalista de la historia. Fue en Inglaterra donde se fundó la Sociedad Fabiana, un instituto que floreció en Londres en el año 1884, de la mano del político inglés Sydney Webb y de su esposa Beatrice Webb. La Sociedad Fabiana se vio involucrada en la creación de la London School of Economics en 1895. De donde saldrían los principales actores propulsores del globalismo hasta hoy en día. Uno de los principales ideólogos fue el escritor Herbert George Wells quien en varios de sus libros propuso explícitamente la formación de un Nuevo Orden Mundial (La Destrucción liberadora – TheWorld Set Free. 1914) y un Estado Mundial (La conspiración abierta – Open conspiracy. 1928). Todos allí eran socialistas.

Los fabianos actuaron en estrecha colaboración con dos destacados promotores de la utopía globalista, Cecil Rhodes y Lord Milner. A los 24 años con la fuerza de una revelación religiosa, surgía en la mente del magante Cecil Rhodes “la idea elemental” de un imperio global de Estado Único. En su visión mesiánica -que detallo en mi libro Trump contra el globalismo”- el Imperio británico cubriría todo el mundo, acumulando un poder tan grande que hiciera imposible la guerra, planteaba incluso reconquistar los EEUU y poblar con ciudadanos anglosajones hasta los últimos rincones de la tierra. Rhodes se inspiraba de las ideas de su profesor John Ruskin, el objetivo era “construir el Reino de los cielos aquí en la tierra”. En el testamento de su fortuna Rhodes especificó la formación de una red discreta de becas y mecenazgos filantrópicos a grandes personalidades, intelectuales y operadores.

Pero el globalismo WASP (anglosajón protestante) sería neutralizado, derrotado y absorbido por otro modelo sectario y elitista de globalismo anti-anglosajón que impulsaba la ascendente oligarquía financiera internacional de la red de los Rothschild-Rockefeller. Curiosamente David Rockefeller, George Soros, Friedrich von Hayek, Karl Popper, Walter Lippmann, y Klaus Schwab estudiaron en la London School of Economics, fundada por la socialista Sociedad Fabiana para promover el globalismo. Cada uno de ellos promovió de diversas maneras el derribo de fronteras y el globalismo radical, ya sea cultural, económico o político. Del mismo modo contribuyeron a erosionar y desnacionalizar el poder de las naciones soberanas. De aquel círculo salió la idea de formar cientos de fundaciones supranacionales, ONG y la idea de formar la ONU (Naciones Unidas).

El socialismo Fabiano (herederos de los socialistas utópicos Charles Fourier, Saint Simon y Robert Owen) claramente es diferente al socialismo marxista, el fabiano es un socialismo gradual, global, corporativo y utópico. Las grandes fortunas no son incompatibles con esta clase de socialismo. Los grandes capitales eran vistos como medios para influir en la política, la cultura, y la educación selectiva para cambiar la mentalidad de las personas, los valores y la idiosincrasia popular. Para ellos los protagonistas de los cambios hacia el socialismo y el globalismo podían ser los magantes. El monopolista David Rockefeller promotor del globalismo radical y todas las causas progresistas (neosocialistas) basó su tesis doctoral en el socialismo fabiano… La sede de la ONU esta edificada sobre una propiedad de su familia. Los Rockefeller amos de la industria petrolera, financiera, y farmacéutica patrocinaron a intelectuales de la nueva izquierda (Escuela de Frankfurt) y a intelectuales ultra liberales del siglo XX. Para crear una falsa oposición o disidencias controladas. En el fondo eran causas que servían al mismo fin, la nueva izquierda debilitaría los pilares de los Estados Nacionales y promovía un globalismo cultural y político; mientras que los segundos promovían el globalismo económico-financiero. Los Rockefeller organizaron también toda la agenda malthusiana de despoblación genocida (que solo fue efectiva en Occidente). Hoy en día África y Asia están superpoblados, mientras que Europa-América se debate ante la extinción en un crudo invierno demográfico. Los Rockefeller también impulsaron ya en el 2010 un “simulacro” que contemplaba escenarios de una crisis sanitaria pandémica devenida del surgimiento de un nuevo virus, frente a la cual se catalizarían cambios sociales profundos…  

Un imperio global moderno no tiene por qué ser como los anteriores, puede ser disimulado bajo la fachada de organismos multilaterales, es decir instituciones formales en apariencia "imparciales" y supranacionales, sería la manera perfecta de lograrlo a través del gradualismo, el engaño y el disimulo. Las descarnadas confesiones de John Perkins (el sicario económico) demuestran lo que muchos ya sospechábamos, el globalismo es un imperialismo clandestino ([ii]). Lo distingue solo su formalismo aparentemente neutral. Sin embargo, lo que en su momento pudo ser utilizado como un instrumento estadounidense de dominio disimulado (bajo administraciones anteriores), comenzó a devorarse a su propio creador. Y esto es debido a que la oligarquía financiera mundial impulsó la creación de estas instituciones para beneficio propio y el de los EEUU, sin embargo, con el tiempo los ingenieros sociales globalistas vieron que incluso los Estados Unidos debían perecer como Estado Nación Soberano, para que un gobierno único global "neutro" pudiera ser establecido. En ese momento se produjo en la elite estadounidense un choque entre patriotas anglosajones y globalistas cosmopolitas. Esto se debe a la pugna de poder entre la casi extinta elite WASP (de origen anglosajón y religión protestante) y la elite globalista financiera-intelectual (cosmopolita-nómada) en el seno de la potencia mundial número uno. 

Los patriotas agrupan su fuerza entre algunos militares, algunos fabricantes de armas, la Asociación Nacional del Rifle, y algunos grupos conservadores originalistas. Los globalistas agrupan su fuerza entre sectores mucho más poderosos, banqueros internacionales, abogados, medios de comunicación, tecnológicas de redes sociales, agentes de inteligencia, farmacéuticas, cabilderos, políticos de ambos partidos y directores ejecutivos de multinacionales, muchos de ellos se reúnen en el Consejo de Relaciones Exteriores (CFR) una poderosa organización no gubernamental privada. 

La elite WASP pretendió siempre utilizar estos organismos supranacionales como la ONU o el FMI como instrumentos de fachada para ejercer su poder de manera indirecta y disimulada siguiendo la máxima maquiavélica "Nunca trates de obtener por la fuerza aquello que puedes obtener por medio del engaño".  La segunda elite siempre pretendió que dichos organismos se convirtieran con el tiempo en instituciones de gobernanza mundial propia, borrando las fronteras y soberanías nacionales (inclusive la estadounidense). En pocas palabras, el enemigo estaba “en casa”, el “Estado Profundo” globalista seguía su propia agenda de espaldas al interés nacional de los Estados Unidos. Todas las guerras del medio oriente pueden ser explicadas bajo esta óptica, al igual que la agenda contracultural progresista, el empoderamiento de organismos multilaterales y las fundaciones internacionales.

Saltando milenios, la tradición nómada globalista cambia de nombres, escalas e instituciones, pero sigue siendo la misma esencia. Un “emperador mundial”, un “reino universal del mesías”, un “rey del mundo”, un imperio global, el “Comintern”, la “Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas” (URSS), una “República universal”, un “nuevo orden mundial”, un “Estado Mundial”, un “gobierno mundial”, una “gobernanza global”, una “confederación mundial”, “la comunidad internacional”, la “Sociedad de las Naciones”, las “Naciones Unidas” (ONU) y muchos nombres más que describen una idea similar de fondo: el globalismo

Un gobierno mundial, o Estado Mundial implicaría el monopolio del poder coercitivo a escala global, la OTAN, los cascos blancos de la ONU y la Interpol son tan solo prefiguraciones de lo que se pretende establecer como policía del mundo. Es por eso que organizaciones militares como la OTAN, nacida para frenar el avance de la Unión Soviética no desapareció cuando ésta cayó, sino que se fue ampliando hasta el día de hoy. EEUU la ha utilizado para atacar países sin manchar demasiado su nombre. Esta organización supranacional de corte militarista también le ha servido a Estados Unidos para mantener a raya a Europa y la siempre peligrosa Alemania, legitimando la presencia de sus tropas de ocupación e injerencia. Ultraglobalistas como el banquero Jacques Attali han declarado públicamente -en numerosos medios de prensa- que la OTAN podría convertirse en la policía global de un gobierno mundial.  

Si todos los pueblos hubiesen apostado por el autogobierno bajo un Estado nacional dirigidos por verdaderos patriotas y hubiesen mantenido el respeto por los demás pueblos, la paz sería hoy un hecho y la guerra cosa del pasado.

La mayoría de los organismos globalistas tienen su sede en Estados Unidos, de allí a que muchos vieran a éstos como extensiones de su influencia neoimperial o de poder blando (soft power).

El mismo Trump representante de la elite patriótica contraria al globalismo, denunció que EEUU había sido por mucho tiempo el epicentro y gran promotor del globalismo radical. A ello opuso la doctrina del patriotismo.

El expansionismo lleva al imperialismo y éste a la concentración del poder a la mayor escala posible: la mundial. La sed de dominio, el activismo por el derribo de fronteras y la abolición de la pequeña propiedad señalan una realidad evidente. El globalismo no es otra cosa que un neoimperialismo de cuño socialista, dirigido por una elite global de tradición nómada cosmopolita, contra los pueblos libres patriotas de tradición sedentaria.

Del mismo modo es posible trazar una línea que une ciertas tendencias: nomadismo-expansionismo-imperialismo-internacionalismo-socialismo-globalismo. En común emerge el desprecio por las fronteras, la propiedad privada de otros y el odio al proyecto de vida soberano de los diferentes individuos y pueblos.

La soberanía nacional y la libertad individual, son los grandes obstáculos y barreras para concretar los sueños distópicos del globalismo. No es casualidad que estos principios estén bajo ataque al mismo tiempo que las distintas variantes del neo-socialismo son culturalmente hegemónicas. El socialismo es un brazo del globalismo.

Bajo el globalismo subyace la antropología, la psicología y los bajos instintos del primitivo hombre nómada que desprecia las fronterasla vida y la propiedad de otrosEse es el origen y motor subterráneo del globalismo. Es una fuerza histórica regresiva que tiende a destruir constantemente los logros y pilares de la Civilización.

El globalismo emerge de la tradición nómada, en tanto la misma se expresa en el desarraigo y el modo de vida sin fronteras, itinerante y cosmopolita. El globalismo pretende destruir las fronteras para así poder ejercer una soberanía planetaria de tipo política, económica y cultural.

De las sociedades nómadas se derivaron prácticas, cosmovisiones e Instituciones no aferradas al suelo, caracterizadas por el desarraigo, el saqueo y la APROPIACIÓN ASIMETRICA.

Para los pueblos de tradición nómada, el valor por la tierra era prácticamente nulo, su valor era reducido a algo accidental, una mera conveniencia material, “un recurso” al cual depredar y explotar. La tierra que se deseaba ocupar era un producto de la elección movida por el egoísmo, el interés circunstancial y la codicia desmesurada. Para esta tradición errante, era rara la lealtad a alguna Patria y a los pueblos nativos. Las fronteras no fueron jamás respetadas por ellos ya que jamás fueron valoradas. Para el globalista el mundo es la "patria" y los recursos meros objetos a saquear y depredar.

Históricamente las ideas proto-globalistas se encuentran expresadas sutilmente bajo ropajes de ideas imperialistas y mesiánicas, presentes mayoritariamente en la tradición nómada. Las mismas pueden rastrearse desde tiempos inmemoriales hasta nuestros días. Se evidencian en lugares tan disímiles como la cultura mongol -que ya analizaremos- o en la antigua mitología abrahámica, en creencias de algunas sectas como los zelotes de la época de Jesús, que clamaban por que se creara un Estado mundial omnipotente, un “reino del Mesías” que impusiera su poder (Huerta de Soto, 2017).[iii]

Las peores formas de imperialismo y mesianismo parecen nacer y desarrollarse en tribus nómadas altamente hostiles contra todos los demás grupos humanos, Gengis Kan con su antigua tribu mon­gol es un caso paradigmático. Una mitología de predestinación y designio mesiánico acompañó su nacimiento. Culminando con su papel de “Emperador Universal”, o “Emperador de Empera­dores”, “rey de reyes”, “hijo del Cielo”, conquistaría así el mundo barriendo las fronteras, ejerciendo una tiranía brutal y un despotismo absoluto, aplastando toda oposición.

El mesianismo también está presente en el Marxismo. Éste conceptualizaba al sujeto revolucionario (el proletariado), como la fuerza mesiánica que traería el “paraíso sobre la tierra” (el comunismo). El sacerdote y profeta supremo era Karl Marx y la biblia sus libros “el manifiesto comunista” y “El Capital”. El fundamentalismo sectario de izquierda provocó el exterminio de más de 100 millones de seres humanos inocentes, en nombre de la igualdad y el socialismo. Estos crímenes genocidas no forman parte de “la memoria” de los degradados hombres postmodernos. No hay llamados a la toma de consciencia, ni películas, novelas, ni series populares, tampoco museos, estatuas, ni se enseña en colegios. Sus textos y símbolos no son etiquetados ni cancelados como “discursos de odio”. El socialismo internacionalista -inspirado en la tradición nómada- tiene vía libre en las democracias modernas.

LA PRIMERA BATALLA CULTURAL DE LA HISTORIA

Podríamos describir a Gengis Kan como el primer Emperador activista por el derribo de fronteras. Defendiendo la tradición nómada de manera consciente (al igual que muchos banqueros globalistas hoy) consideraba la vida nómade de los mongoles como la más perfecta forma de sociedad, por ello su principal objetivo de sus luchas y conquistas, no era otro que el de poner fin a todas las ciudades y civilizacio­nes sedentarias existentes para instaurar su propia forma de vida nómada y valores.

Fue la primera batalla cultural de la historia humana y se dio entre el viejo antagonismo entre nómadas vs sedentarios, el mismo que evolucionó al antagonismo contemporáneo entre globalistas vs patriotas (respectivamente los destructores de fronteras y los amantes de la tierra).

Los nómadas fueron los primeros en utilizar la guerra psicológica del te­rror. El uso del caballo les resultó en una ventaja táctica. El nomadismo mongol provocó uno de los primeros grandes genocidios (90% de la población persa). El imperio “globalista” de Gengis Kan avanzaría en el siglo XII contra China, el mundo árabe y Europa Occidental, venciendo la alianza entre cumanos, alanos, búlgaros y jázaros. Más adelante, éstos últimos se inspirarían en la tradición nómada de Gengis Kan para desarrollar su propio imperio turco-mongol y de ella emergería una famosa dinastía internacional de banqueros que financiarían profusamente los movimientos socialistas.

Genéricamente el expansionismo imperialista nómada, lleva anidado en su interior el extremismo, la guerra y la intolerancia, que se originan en el deseo de imponer a todos los humanos, pueblos y razas diferentes, una sola creencia específica, una sola ideología o un solo régimen político, una moneda, un gobierno, emperador, mesías o un dios, pisoteando la diversidad entre naciones sedentarias, credos y culturas aisladas nativas. El fomento de la inmigración masiva, ilegal, generando crisis económicas, o guerras, provoca desplazamientos que, de no ser frenados y revertidos, tienden a desdibujar la identidad de las naciones.

EL NACIMIENTO DE LA CIVILIZACIÓN

¿Cómo la revolución neolítica generó un salto cualitativo en el orden social humano? La evolución histórica provocada por el descubrimiento de la agricultura (en el neolítico), impulsó naturalmente a la mayoría de las antiguas tribus y pueblos nómadas a asentarse en un territorio para cultivarlo, formando comunidades más amplias asentadas en un mismo territorio de manera estable, surgiendo primero pequeñas aldeas y luego ciudades protegidas.  De esta manera se desarrollaron formas más complejas y maduras de organización social, dando inicio a la tradición sedentaria. De ella emerge con mayor fuerza el poder religioso y el poder político, como formas de orden social capaces de brindar seguridad y respuesta a interrogantes profundos de la existencia (mitos-religión), y como formas a través de las cuales era posible disminuir las agresiones internas entre individuos resolviendo desacuerdos. La unidad política de la aldea y luego la ciudad, permitía a su vez blindar al grupo con murallas para evitar ataques externos. Nacían así los primeros espacios de soberanía y autodeterminación unidas a la tierra. 

Cubiertas en mayor medida las necesidades básicas, nacieron nuevas necesidades, nuevas actividades y especialidades. Más productos y más personas producen un mayor intercambio: surge así el mercado. El mercado nace de la tradición sedentaria. Una creciente cantidad de hombres que antes se dedicaban a la guerra, comenzaron a trabajar la tierra, producir y comerciar, disminuyendo de esta manera la violencia. La complejidad de los intercambios dio lugar a una convención social innovadora: el uso del dinero y el abandono del trueque. El paso de sociedades nómadas a sedentarias no fue instantáneo, ni de la noche para la mañana.

Por su lado los seminómadas dejaron su legado entre la barbarie y la civilización. La mayoría de los Imperios europeos fueron impulsados por pueblos seminómadas, o semisedentarios anglo–germanos (Visigodos, Ostrogodos, Vándalos, Burgundios, Anglos, Sajones) que, aunque con el tiempo lograron civilizarse haciéndose sedentarios, oscilaron hacia esa tendencia brutal a la conquista, la invasión expansionista, el pillaje, el botín y la piratería. En el pasado los germanos conformaron tribus semi–nómades, y lograron en gran parte evolucionar a formas más sedentarias en los últimos siglos, manifestando a veces tendencias regresivas latentes. El Sacro Imperio Romano Germánico (vándalos, anglos, sajones), el Imperio Español y Portugués (visigodos), el Imperio Británico (anglosajones, normandos), y el Imperio Vikingo (escandinavos).

A medida que los pueblos fueron adoptando el sedentarismo, fueron trabajando la tierra que habitaban, asegurándose techo y comida a través de la producción propia y el fruto de su esfuerzo. Esto provocó una tendencia a valorar el trabajo, a erigir diversas clases de «fronteras» y murallas, a marcar ganados, tierras, delimitar y proteger espacios, recursos, cosechas, y bienes. Este proceso fue el origen remoto y natural de la propiedad privada y nació como protección de las posesiones y el fruto del trabajo individual y colectivo (familiar, tribal-sedentario). Al poder permanecer en un lugar, los sedentarios construyeron viviendas más elaboradas, con mayor confort, higiene y belleza, sentando las bases para el desarrollo de la arquitectura y la ingeniería. Solo en un mundo más estable y seguro fue posible desarrollar la filosofía y la ciencia.

Es conocido por todos que el nacimiento disruptivo de la agricultura marcó un antes y un después en el desarrollo de los pueblos, forjando las bases para la edificación de sociedades más avanzadas fuertemente unidas al suelo.

Esta unidad a la tierra inspiró el autoabastecimiento, la independencia, la autodeterminación, el proteccionismo, la autarquía y el carácter defensivo para lograr la paz. En pocas palabras, la prefiguración potencial del principio de no agresión.

Con el tiempo y bajo un orden natural, los hombres de un mismo origen tendieron a forjar ciudades amuralladas o fortificadas, que los defendían de ataques agresivos de pueblos de tradición nómada-expansionista. Las tribus y pueblos que pasaban generaciones habitando un suelo, generaban lazos de amor y estima por el mismo. La tierra de los padres y ancestros donde vivieron, cultivaron y murieron, se convirtió en Patria, una tierra que era símbolo de un pasado y un destino común. Estas formaciones son más que sociedades, son comunidades. La palabra comunidad proviene de común-unidad. Para los pueblos de tradición sedentaria, la tierra siempre tuvo un valor máximo.

La Patria era percibida como la tierra de los ancestros, el legado, la herencia, el fruto del trabajo y el alimento; para los patriotas idealistas el lugar místico donde transcurre el milagro de la existencia, un valor trascendente, una unidad de destino en libertad, un lienzo compartido donde se teje una historia común con la familia ampliada (tribu–nación).

Los pueblos de tradición sedentaria forjaron las primeras Ciudades–Estado (Ur, Atenas, Esparta, Venecia, Milán, Florencia). Existieron diversas formas de organización político-social sedentarias en distintas ciudades; por ejemplo Atenas y Esparta con modelos diferentes, las mismas suscitaron reflexiones en los primeros filósofos como Platón y Aristóteles sobre cuál cual podría ser la mejor manera de organizar una sociedad sedentaria. Los desacuerdos y discrepancias provocarían luchas fratricidas.

Con los siglos finalmente surgiría en Europa, la forma más exitosa y perfecta de soberanía, autogobierno y armonía social: la Nación–Estado o Estado Nación. Donde todos los individuos están unidos por una etnia más o menos homogénea, un parentesco común, una lengua, y costumbres similares, es decir una familiaridad que inspira lazos de hermandad ciudadana, así como genuinas acciones de cooperación, solidaridad y sentimientos de empatía natural hacia el prójimo.

El Estado-Nación nace para establecer la paz en medio de la violencia imperialista-expansionista. Tras varias décadas de guerras, se estableció la Paz de Westfalia (1648), dando lugar al primer congreso diplomático moderno y dando inicio un orden en Europa central basado en el concepto de soberanía nacional.

La evidencia histórica revela que el Estado Nación nace para establecer la paz entre pueblos, no para impulsar la guerra. Por otro lado, el Estado Nación fue la tierra fértil sobre la cual la propiedad privada se constituyó legalmente y se defendió como un derecho.

Sobre el Estado Nación se produjo el segundo gran salto evolutivo material en toda la historia humana luego de la agricultura: la industria y con ella el capitalismo productivoTodo es fruto de la tradición sedentaria.

La consciencia de hermandad, destino común e igualdad fraterna, así como distintivos, y emblemas patrios compartidos que dejaban de lado diferencias de clase e incluían a todo el grupo como banderas y estandartes, se instituyeron en símbolos de paz, unidad y estabilidad social. Con el tiempo la soberanía de reyes absolutistas "divinos" cedió lugar a la soberanía popular y la soberanía nacional. El clima de igualdad ante la ley garantizada por el Estado de derecho, y el fin de las sociedades estamentales, dio lugar a la democracia y el respeto a las libertades individuales. La tiranía fue en gran parte neutralizada por formas de gobierno representativas y la identidad de intereses entre gobernantes y gobernados. La idea de patria y nación unieron a los pueblos bajo un destino común. Los Estados nacionales democráticos fueron barriendo las viejas formas imperialistas.

Aunque la prefiguración de la propiedad privada precede al Estado en forma de posesiones, es con el Estado de Derecho cuando se instituye formalmente la propiedad privada protegida y reconocida por la ley, cuando antes era defendida solo a través de la fuerza bruta. La revolución industrial se apoderó de Europa y luego saltó al nuevo mundo. Fue en los Estados Unidos, nutridos de los pueblos más avanzados, creativos y laboriosos de Europa, donde la industria, la ciencia y la tecnología prosperaron como nunca antes en toda la historia humana. Todos estos desarrollos beneficiaron la vida de millones y millones de personas, no solo en Occidente, sino también en todo el mundo.

Bajo el patriotismo subyace la antropología, la psicología, los valores y los instintos del hombre sedentario, el estandarte de la civilización que respeta las fronteras, la vida y la propiedad de otros.

El patriotismo emerge de la tradición sedentaria, en tanto la misma se expresa en el amor y el arraigo a una tierra, a un suelo, ejerciendo la soberanía y autodeterminación sobre un territorio. El patriota ama su país, su gente y protege su frontera. En definitiva, las fronteras adquieren un gran valor y estima como garantía de soberanía nacional, independencia y libertad.

De las sociedades sedentarias se derivaron prácticas, cosmovisiones e instituciones aferradas al suelo, a la patria, caracterizadas por el arraigo, el sacrificio, el trabajo, la PRODUCCIÓN y el intercambio voluntario.

INTERNACIONALISMO SOCIALISTA - GLOBALISMO

El viejo sueño totalitario marxista de instaurar una dictadura del proletariado por todo el mundo, hasta abarcar toda la superficie global, tomó forma en la realidad histórica con la fundación de la URSS (Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas). La idea era borrar todas las patrias, las naciones, las familias, las religiones hasta conformar un Gobierno Mundial Socialista. El objetivo era cubrir el globo con la hoz y el martillo comunista. En su propio escudo se vislumbra el simbolismo de este imperio ideológico global. Como todo cosmopolita, los marxistas organizaban reuniones internacionales (Primera Internacional-1864-1872; Segunda Internacional (1889-1914); Tercera Internacional-1919Cuarta Internacional -1938El Foro de San Pablo-1990 y el Grupo de Puebla 2019) el mundo entero estaría bajo la bota de "la internacional". Un grupo de fanáticos extremistas que iba desde socialistas a lunáticos anarquistas que consideraban a "la Patria" como "meras parcelas" creadas por el capitalismo para "dividir a la clase proletaria". Fue así que juntos gritaron "Proletarios del mundo Uníos" ya lo decía Marx en el manifiesto comunista. Bajo la promesa de la igualdad, una casta de globalistas pedía un cheque en blanco para resetear la sociedad tradicional y transferir la riqueza del pueblo hacia sus propias manos.

Los marxistas querían realizar un GRAN RESETEO del orden social tradicional para poder avanzar con su programa.

“Los comunistas no se cuidan de disimular sus opiniones y sus proyectos. Proclaman abiertamente que sus propósitos no pueden ser alcanzados sino por el derrumbamiento violento de todo el orden social tradicional” (Marx, K.-1848)[iv]

El Comintern fue una organización comunista internacional (una especie de ONU comunista), fundada en Moscú en marzo de 1919, por iniciativa de Lenin y el Partido Comunista de Rusia (bolchevique), que agrupaba a los partidos comunistas de distintos países , y cuyo objetivo era luchar por la supresión del sistema capitalista, el establecimiento de la dictadura del proletariado y de la República Internacional de los Soviets, para la realización del socialismo, como primer paso a la sociedad comunista, como fijaba en sus primeros estatutos. Los valores occidentales de la libertad serían sepultados bajo la sangre de la bota comunista. Por Europa propagaron varios golpes de Estado donde ahogaban en sangre a la oposición, millones de vidas inocentes fueron arrebatadas. La idea de fondo era transformar cada país "independiente" en una colonia socialista de un Estado Único mundial de los "trabajadores". Los socialistas detestan la idea liberal-nacionalista del autogobierno, la soberanía y la independencia nacional. Es decir, estos internacionalistas fueron globalistas radicales. La idea de un mundo sometido al poder despótico de un puñado de burócratas, es una idea esencialmente marxista. El fracaso y caída de la URSS, no sepultó estas ideas cuasi-imperialistas.

En el manifiesto Comunista Karl Marx deja muy claro que: “En las diferentes luchas nacionales, los proletarios ponen por delante y hacen valer los intereses comunes a todo el proletariado, sin caer en el patriotismo[v]

Sigue Marx: “… se acusa a los comunistas de querer abolir la patria, la nacionalidad… Los obreros no tienen patria. No se les puede arrebatar lo que no poseen,…las demarcaciones nacionales y los antagonismos entre los pueblos desaparecen de día en día con el desarrollo de la burguesía, la libertad de comercio y el mercado universal, con la uniformidad de producción industrial y las condiciones de existencia que le corresponden. El advenimiento del proletariado les hará desaparecer más deprisa todavía. (Marx, 1848, p. 42–43)[vi]

Los principios del internacionalismo proletario impregnan la estructura y toda la actividad de los partidos “revolucionarios”. El Partido Comunista de la Unión Soviética sostuvo siempre una lucha implacable contra los nacionalistas en el seno del movimiento obrero y se vislumbraba la proyección globalista. Vladimir Lenin decía: “Quien quiere servir al proletariado debe unir a los obreros de todas las naciones y luchar constantemente contra el nacionalismo burgués, tanto el “propio” como el ajeno. Quien defiende la consigna de cultura nacional no tiene cabida entre los marxistas” …“Nacionalismo burgués e internacionalismo proletario: éstas son las dos consignas antagónicas e inconciliables que corresponden a los dos grandes bandos que dividen a las clases del mundo”.. “En lugar de todo nacionalismo, el marxismo propugna el internacionalismola fusión de todas las naciones en esa unidad superior que se va desarrollando en nuestra presencia con cada kilómetro de vía férrea, con cada trust internacional y con cada unión obrera (internacional por su actividad económica, y también por sus ideas y aspiraciones)”(Lenin, V. “Notas críticas sobre la cuestión nacional”, en Obras, Ed. rusa)[vii]. En ese escrito Lenin también promovía el “derecho de las minorías” y la promoción de “Estados multinacionales”; y agitaba al pueblo contra todos aquellos que quisieran defender la “cultura nacional”.

El globalismo como una idea expansionista e imperialista sin límites, intenta extender el Estado más allá de los límites nacionales. Pretendiendo con ello violar la naturaleza biológica y antropológica común que sustenta la cohesión y homogeneidad comunitaria de cada nación libre. Los globalistas son los que piden públicamente destruir la homogeneidad nacional, impulsando Estados multinacionales o "plurinacionales" (Bolivia-Chile) y/o multiculturales (EEUU).

Descubrí varios puntos en común entre la ideología marxista y el globalismo:
1* internacionalismo / anti–nacionalismo. Gobierno único global.
2* Totalitarismo
3* Democratismo formal (apariencia de democracia)
4* Antipatriotismo / abolición de fronteras y países
5* Materialismo economicista.
6* Universalismo / anti–particularista.
7* Subversión contra la autoridad.
8* Anti–familia
9* Concentración de la riqueza en manos de una elite internacional.
10* Contra un pueblo libre y armado
11* Abolición del dinero físico, y nacional. Moneda única global.
12* Anarquismo anti/estado soberano
13* Abolición del trabajo asalariado, fomento del precariado.

Los neosocialistas o neomarxistas vieron las instituciones globales creadas por los vencedores de la Segunda Guerra Mundial, no como un lugar de encuentro y entendimiento entre naciones en Paz, sino como una plataforma perfecta para realizar sus sueños dictatoriales. La ONU, la OMS, la UNESCO, ACNUR, la OMC etc etc. Serían el equivalente a un Comintern 2.0 desde donde los burócratas globales adeptos al socialismo desplegarían su batería de ingenieros sociales para transformar, controlar y vigilar cada aspecto de la vida de todos los habitantes del planeta bajo un pensamiento único. Cada uno de esos organismos vendría ser un ministerio de un Estado Mundial.

Tras marcar la ruta radical bajo la forma de marxismo ortodoxo, se trazaron también otras tácticas para llegar a los mismos fines. Intentaron el camino socialista por la vía indirecta, pacífica y gradual, a través de la democracia (August Bebel y Eduard Bernstein fundadores de la socialdemocracia), el gradualismo (Sociedad Fabiana), el entrismo, la infiltración por el largo camino de las instituciones (Antonio Gramsci) y la Cultura (Escuela de Frankfurt–Gramsci). A ese virulento caos antioccidental se sumaría el ultra-liberal globalista Karl Popper con su teoría de “sociedad abierta” abrazada por el magnate George Soros (archienemigo de Donald Trump y abanderado de todas las causas de la nueva izquierda). Para rematar el golpe contra el orden social tradicional se sumarían pensadores decadentes postmodernos como Jean-Paul Sartre y Michel Foucault declarando la guerra frontal al esencialismo, la normalidad y la naturaleza. Todos estos pensadores, organizaciones y tácticas conformaron la izquierda que hoy domina nuestra cultura, instituciones y partidos políticos. A tal punto hegemonizaron el pensamiento dominante que incluso partidos de "derecha" abrazaron -sin saberlo- estas ideas antioccidentales.

Los fanáticos socialistas se actualizaron y extendieron sus tentáculos hasta lugares insospechados, pero sus viejas apetencias siguieron intactas.

Un gobierno mundial (Organismos multilaterales y fundaciones); una cultura única de pensamiento único (progresismo, UNESCO, Hollywood, Netflix, Big Media, Big Tech); un solo pueblo (buscan exterminar naciones y razas mediante el mestizaje, la mezcla, la destrucción de las fronteras y la promoción de la inmigración y una “sociedad global”); una religión sincrética (nuevos cultos new age y ecumenismo interreligioso); una policía mundial (OTAN, cascos azules de la ONU, Interpol); un Banco Central global (BIS, FMI, BM, BID); un tribunal de justicia mundial (CPI, Corte Penal Internacional), un mercado único manipulado sin fronteras, dirigido por una autoridad política centralizada (Organización Mundial del Comercio -OMC), solo hay que ver como los globalistas impulsaron la entrada de China a este organismo multilateral.

Hay socialistas multimillonarios como el fundador y presidente del Foro Económico de Davos, Klaus Schawb* que tiene en su biblioteca un busto de Lenin al cual adora. Ya no vienen con la hoz y el martillo, simplemente quieren abolir la propiedad privada "no tendrás nada y serás feliz" articulando la nueva sociedad en base al sector terciario de "servicios" y desmantelando la industria (sector secundario). Pretenden abolir las fronteras, el dinero físico, digitalizarlo y unirlo a una identificación digital y un sistema de crédito social como el chino, una renta universal, son todas medidas socialistas destinadas a suprimir la libertad individual y el Estado Nación Soberano.

Unos llevan la bandera del loby LGBT, la abortista, otros la bandera del lesbofeminismo misándrico, otros el pin de la agenda 2030, otros las banderas del multiculturalismo y el humanismo homogeneizante, otros el catastrofismo climático, el terrorismo sanitario y hasta las megacorporaciones se han infiltrado de neosocialistas que desde las mismas intentan legislar a la sociedad, sobre cupos, géneros, diversidad etc. De manera incansable intentan desmantelar las identidades nacionales. Es decir, los socialistas intentan dinamitar los fundamentos de la sociedad sedentaria-industrial. 

El neosocialismo sigue intacto en su idea fundamental: Establecer un gobierno mundial de burócratas internacionalistas que buscan el poder absoluto para dominar y controlar cada aspecto de nuestras vidas. Acaparar y concentrar la propiedad privada exclusivamente en sus manos (a través del Estado o el Mercado), privando a los hombres comunes de ésta, bajo un nuevo modelo de vida por suscripción (no tendrás nada y serás felíz), donde no posees la propiedad, sino que alquilas servicios al amo monopolista global.  Bajo un Gran Hermano que todo lo espía y controla junto al Ministerio de la Verdad, decretan que está bien, que está mal; establecen que comer, que tomar, que vestir, que modas seguir, que tecnología usar (y cual no), que inyectarte en tu cuerpo, a que temer, a que odiar, admirar y defender. Lo que he llamado neosocialistas -según la teoría sobernista-, han declarado una guerra contra las naciones libres del mundo y el orden social tradicional.

El derribo de fronteras verticales es sustituido por nuevas fronteras horizontales que preanuncian el restablecimiento de sociedades estamentales. El globalista pretende forjar una nueva sociedad de castas, donde las minorías dominan y las mayorías occidentales son cultural y demográficamente borradas del mapa.

Un gobierno único, una Iglesia mundial, un tribunal, una sola forma de ver el mundo. Debe ser el escenario de una distopía futurista, que nos llevaría a una sociedad teledirigida en medio del caos de individuos sin patria, sin Iglesia, sin trabajos estables, sin posibilidad de competir ni expresarse, sin familias y sin compromisos. Allí donde el 99% de la sociedad está desorganizada y carece de elementos unitarios. Basta un 1% de personas organizadas para que esa mayoría desarticulada sea dominada.

Al concluir el congreso global número 22 en Sao Paulo el 29 de octubre del 2003, la Internacional Socialista exigió la instrumentación de una “gobernanza” mundial, un programa que parece copiado de las recomendaciones de la Comisión para una Gobernanza Mundial, patrocinada en 1995 por las Naciones Unidas. El ex primer ministro socialista de Portugal, Antonio Guterres presidente de la Internacional Socialista es desde el 1 de enero de 2017, el actual secretario general de las Naciones Unidas. Más claro imposible, la ONU ha sido cooptada por el socialismo.

El fin de la propiedad privada, por un modelo de suscripción implica en realidad el fin de la libertad. Todo aspirante a tirano vilipendia la propiedad privada, no porque el comunismo sea genial para la gente, sino porque la propiedad privada es una barrera para el poder y para el control del tirano. En ausencia de la propiedad, el poder se impone y no existe nada que se parezca a la libertad. La propiedad privada puede ser entendida también como un espacio de soberanía y autodeterminación personal. Sin propiedad privada, no puede haber libertad de prensa, libertad religiosa o libertad de asociación.

Lo mismo que la propiedad en el ámbito individual, sucede con las fronteras en el ámbito nacional. La patria que por principio es independiente y está dotada de soberanía (si tiene una clase dirigente patriótica), es una barrera a la tiranía de un Estado Global Único. Es una barrera para el poder y el control que pretende imponer la elite globalista con sus múltiples tentáculos.

Sin embargo, son tantos los brazos de influencia internacionalista que se extienden por doquier, que llegan incluso a municipios y condados por separado. La iniciativa del globalista multimillonario Michael Rubens Bloomberg de influir en ellos con la agenda 2030, penetra vulnerando incluso a los mandatarios de buenas intenciones que recién comienzan su carrera. 

INTERNACIONALISMO FINANCIERO- GLOBALISMO

Cuando uno sigue la ruta del dinero y los “beneficiarios” del globalismo, no puede pasar desapercibido -para ningún analista serio- el hecho indiscutible de toparnos reiteradamente con “filántropos”, “magnates” y multimillonarios financiando movimientos políticos radicalizados, organizaciones no gubernamentales, cambios en la currícula académica y editoriales mediáticas. Y esto por no hablar de un intervencionismo en la cultura del entretenimiento. Hollywood y Netflix son usinas de lavado de cerebro masivo y adoctrinamiento globalista-progresista.

Se comete el grave error de creer que todo millonario que tiene grandes capitales es por ello un “capitalista”, y que ningún magnate podría jamás ser socialista, puesto que estaría saboteando sus propios intereses. La realidad histórica demuestra que varios socialistas fueron -y son- millonarios, y utilizaron su fortuna para impulsar una agenda política determinada. Por otro lado, la separación ideológica absoluta entre política y economía es obsoleta. La teoría de las puertas giratorias y los Ciclos de Medici son un hecho incuestionable.

Los primeros socialistas utópicos fueron millonarios, también los banqueros internacionales enemigos de las fronteras, inyectan dinero a causas sociales progresistas que debilitan la soberanía de las naciones y la identidad de las mismas, como formas de dinamitar sus fundamentos y desviar la ira colectiva hacia lugares que favorezcan a sus propios intereses. La oligarquía financiera internacional financió la obra de Marx, la revolución rusa, e impulsó la fundación de la Reserva Federal (el Banco Central que emite dólares) en 1913. Unos años más tarde fueron un conjunto de banqueros, abogados y políticos quienes fundaron en 1921 el Council on Foreign Relations (CFR) y el Royal Institute of International Affairs (RIIA). Estas instituciones serían instrumentos de la elite a través del cual dirigiría y nuclearía a los más poderosos actores sociales a nivel nacional e internacional. Estas dos organizaciones han sido descriptas como el “cerebro del globalismo”. Tanto el CFR como la RIIA han sustituido en gran parte el papel que cumplía anteriormente la francmasonería (cooptar poderosos para colocarlos en su nómina de activos para alcanzar su agenda internacionalista), adaptándose a los nuevos tiempos, y bajo los parámetros tecnocráticos. Tal es su poder que ni si quiera es necesario el secretismo, solo con una cuidada discreción ha sido suficiente para lograr avances al día de hoy evidentes. Para acusarlos no es necesario apelar a especulaciones o conspiranoia, todo está a la luz de día y a los ojos de todos, solo hay que saber buscar.  

Ya en el segundo número de su publicación Foreign Affairs (1922) planteaban de manera explícita “El verdadero problema hoy es el de estructurar un gobierno mundial (p. 97–98)” [viii] Los miembros de estas instituciones están presentes en todos los órganos de gobierno y grandes corporaciones, burlando la democracia, el bipartidismo, y la separación de poderes. Miembros destacados del CFR como David Rockefeller, Henry Kissinger, Zbigniew Brzezinski, Brent Scowcroft, Robert Mcnamara, Richard Holbrooke, Joseph S. Nye, Samuel Huntington, Richard Gardner, Hans J. Morgenthau y Richard Cooper fueron incansables lobistas del globalismo. En mi libro “Trump contra el globalismo” ofrezco gran cantidad de citas y declaraciones.

Se debe evitar pensar que estos millonarios son “capitalistas” de libre empresa. Pues en rigor de verdad son financieristas o socialistas corporativos monopolistas.

La banca, la usura, y especialmente la que se extiende internacionalmente y aspira a destruir fronteras, emerge de la tradición nómada, cosmopolita, rapaz, parasitaria, expoliadora de una época precapitalista.  

CONCLUSION

Para finalizar he realizado una tabla doble comparativa, que ejemplificará de manera resumida conceptos hermanados y antagónicos, pudiendo descubrir que la familiaridad de éstos, no es arbitraria, ni casual, sino que posee en ambos casos un origen común, una genealogía de las cosmovisiones, instituciones y valores.

TABLA DE BELOK

NÓMADAS

SEDENTARIOS

TRADICIÓN NÓMADA

TRADICIÓN SEDENTARIA

Destructores de fronteras

Protectores de fronteras

*Expansionismo

*Localismo

*Imperialismo

*Naciones libres

*Globalismo

*Patriotismo

*Internacionalismo

*Nacionalismo

*Progresismo (neosocialismo)

*Conservadurismo

*Intervencionismo belicista

*Aislacionismo pacifista

*Antinatalismo genocida

*Pro natalismo

*Unipolarismo

*Multipolarismo

*Socialismos

*Capitalismo productivo

*Financierismo

*Industrialismo

*Tiranía

*Libertad

*Enemigos Prop. privada

*Propiedad privada

*Apropiación asimétrica

*creación de riqueza

*Dependencia

*Independencia

*Estado Mundial

*Estado Nación Soberano

GLOBALISTAS

SOBERANISTAS

 

A la luz del presente análisis, emerge de manera transversal una realidad frente a nuestros ojos, el origen del globalismo se remonta a las primitivas sociedades nómadas. Bajo el globalismo se encuentra la antropología, la psicología, la tradición y los bajos instintos del hombre nómada que desprecia las fronterasla vida y la propiedad de otrosEse es el origen y motor subterráneo del globalismo y sus instituciones, que llevan impregnadas aquellas tendencias a la explotación y la violencia del hombre por el hombre.

La familiaridad entre: nomadismo-expansionismo-imperialismo-internacionalismo-socialismo-globalismo, no hace más que confirmar su carácter destructivo.

La soberanía nacional cuyo escudo es la frontera, y la libertad individual cuyo escudo es la propiedad privada, son los grandes obstáculos que actúan como barreras que impiden la realización de la tiranía globalista.  

Una nueva cosmovisión que he llamado soberanismo, emerge como respuesta eficaz a la amenaza globalista de este milenio, uniendo concepciones hermanadas bajo un destino común a los hijos de la sociedad sedentaria. Nos une la lucha por la supervivencia, un estilo de vida y valores que forjaron la civilización más avanzada de la historia de la humanidad. Los amantes de la libertad, la patria y el orden social tradicional caminan juntos para luchar contra el globalismo amenazante.




[i] BBC Ciencia. (1 junio 2017). La "mafia" de macacos en Bali. Recuperado: https://www.bbc.com/mundo/noticias-40084089

[ii] Perkins, John. (2004). Confesiones de un gánster económico. Ediciones Urano. Dig (2009): https://politikadigital.files.wordpress.com/2010/09/confesiones-de-un-ganster-economico-john-perkins1.pdf

[iii] Huerta de Soto, Jesús. (2017) X Congreso de Economía Austriaca del Instituto Juan de Mariana, conferencia titulada ‘Anarquía, Dios y el Papa Francisco’.

[iv] Marx, K. (1848)El Manifiesto Comunista. CAP. IV Posición de los comunistas ante los diferentes partidos de oposición. p57–58. Editorial Aguilar

[v] Marx, K. (1848). El Manifiesto Comunista. Cap II Proletariados y Comunistas. (p. 36) Editorial Aguilar.

[vi] Marx, K. (1848). El Manifiesto Comunista. Cap. II Proletariados y Comunistas. (p. 42–43) Editorial Aguilar.

[vii] Lenin, Vladimir. (1913) Notas críticas sobre el problema nacional. Edit Universidad Obrera. Dig (2020) https://universidadobrerablog.files.wordpress.com/2020/03/notas-crc3adticas-sobre-el-problema-nacional-v.i.lenin_.pdf

[viii] Kerr, P. (1922). From Empire to Commonwealth. (p. 97–98). Foreign Affair.

Comentarios

Entradas populares