Prólogo del libro- Trump contra el globalismo

 Prólogo del autor



Hace muchas décadas que el pueblo estadounidense huele en el ambiente un desagradable olor, una sensación de traición por parte de las elites, un sentimiento también compartido en Europa y América Latina. Se vuelve cada vez más nítida la idea de, que quienes están en la cima del poder financiero, político, universitario, mediático y corporativo, actúan como una sinárquica red internacional de espaldas al pueblo. Que no solo operan bregando por sus intereses particulares privados, sino en radical oposición a los intereses vitales y existenciales de cada Nación. La democracia se había convertido en un show, en una ilusión que no ofrecía verdaderas alternativas patrióticas. Derechas e izquierdas se habían convertido en dos caras de una misma moneda, republicanos y demócratas desde hace casi un siglo siguen una agenda antinacional. El progresismo liberal cosmopolita abarcaba transversalmente todo el espectro político.

El verdadero patriotismo y nacionalismo habían sido ahogados y excluidos del sistema hegemónico imperante; así como los presidentes populistas carismáticos capaces de conectar con las necesidades de los pueblos, fueron absolutamente denostados y desprestigiados por la prensa. Defender la libertad, amar la Patria y la soberanía nacional llegó a tornarse peligroso para la “sociedad abierta” digitada por una elite privilegiada de banqueros y buitres globalistas.

Mi activismo anti-globalista de dos décadas de experiencia, me llevó a prestar atención a un personaje impensado. Era 2016, las esperanzas de un quiebre en la narrativa imperante eran muy bajas. El progresismo mediático e institucional era asfixiante. Pero allí surgió un hombre políticamente incorrecto que decía lo que pensaba sin muchos filtros, granjeando el odio de la decadente y siempre ofendida progresía liberal.

Aquel hombre de piel naranja de talante provocador, se erguía en el país de la libertad a decir cosas que molestaban y desafiaban sin cruzar del todo la línea. Detrás del matorral de exabruptos amplificados por la prensa, se lo escuchaba combatir al globalismo, y lo hacía desde el principal país que lo había impulsado. ¡Un candidato por la presidencia! ¿Qué estaba sucediendo?, ¿Un patriota nacionalista al poder en EEUU? Si… y había sido elegido por el pueblo más desarrollado y creativo de la historia. Un fenómeno atípico, inesperado, un cisne negro.

En Argentina pasé 15 años repudiando las políticas neo-imperiales o unipolares llevadas a cabo tanto por republicanos como por demócratas. El otrora liderazgo positivo de una nación desarrollada ejemplar, había pasado en los últimos 50 años, al autoritarismo planetario de un país en decadencia, multiculturalizado y prepotente. La antipatía generalizada sobre la elite política-financiera-mediática de los EEUU se expandía por todo el mundo, en la medida que la superpotencia pretendía imponer normas y disvalores globalistas a punta de pistola. Muchas de esas políticas de estado bipartidistas violaban la soberanía de las naciones, incluida la mía. La antipatía por su elite, se cruzaba a contramano con la admiración que siempre tuve por el pueblo norteamericano, siempre extremadamente creativo, laborioso, ingenioso, orgulloso, aislacionista y patriótico. ¿Por qué su elite no era como su pueblo?

Las sorpresas no acababan con la llegada de POTUS 45º. A fines de 2017, llegaban noticias por canales alternativos que, por los foros de internet, un anónimo afirmaba trabajar codo a codo con Trump, había comenzado a divulgar información de una lucha clandestina que se estaba librando tras bastidores, el objetivo era destruir los elementos corruptos del “Establishment” y sus resortes de poder a nivel global. La neutralización de cada uno de los controladores se iba dando paso a paso en secreto, para evitar alarmar a la población y evitar una guerra civil. La fórmula era 80% secreto, 20% público. La información explicaba el trasfondo de muchos de los acontecimientos que salían a luz sin aparente explicación. Filmaciones de helicópteros de combate descendiendo en la noche por varias ciudades estadounidenses, extrayendo cajas y misteriosos objetos, cortes de luz masivos, explosiones subterráneas, desactivación de satélites, y divulgación de super-tecnologías. Purgas de multinacionales y regímenes como el Saudí, accidentes aéreos sobre casa de magnates, desarticulación de anillos de pedofilia y espionaje extranjero, liberación del Kraken... Sin dudas en un futuro, harán películas sobre esto. Y lo más sorprendente, gran parte de los norteamericanos no están enterados de lo que sucedió y sucede en su propio país, pues el monopolio informativo lo impide.

Revelando el mapa…

Imagine la realidad como un mapa oscuro, similar al de esos juegos de estrategia militar en computadora, donde a medida que uno explora el terreno va descubriendo la topografía del mismo, va descubriendo recursos, y posiciones de un bando u otro. El estudio de la realidad social es algo similar, aunque mucho más complejo y dificultoso. La mayoría de las veces la gente no sabe qué camino tomar para comenzar a “revelar el mapa”. Dificultan aún más el anhelo por descubrir, investigar y conocer al hombre común, el controvertido rol actual de los medios de comunicación masivos, convertidos hoy en día en un arma en la guerra de la información de la elite globalista contra el pueblo. Como intermediarios de la información, ellos revelan solo la parte del mapa que nos conducirá a la ruina o la opresión prolongada, al mismo tiempo que ocultará sus crímenes, y mantendrá oscuro el camino que nos conduce hacia la liberación.

Pero Occidente siempre cuenta con un cisne negro que viene a poner todo patas hacia arriba. Los globalistas desesperan con ellos. La elite intenta que sus propios enemigos (quienes ponen en jaque su dominio) sean considerados enemigos de la humanidad. La manipulación es el arte de la elite.

Esta investigación lo que pretende es ahorrar tiempo valioso para el lector en medio de la penumbra. Pretende ayudar al lector a descubrir atajos, y conocer sectores del mapa, ocultos o poco conocidos, ampliando al mismo tiempo la visión general del mapa que permite una comprensión estratégica única. Se trata de ver el bosque y no solo el árbol que está enfrente.

En este libro se abordará el fenómeno Trump desde una amplia gama de perspectivas jamás antes vistas. Ya sea que, usted esté a favor o en contra de él, hay algo que no se puede negar, su irrupción ha sido un terremoto que ha sacudido el mundo. Trump como fenómeno, será abordado desde múltiples puntos de vista, intentando desentrañar las verdaderas intenciones del rubio mandatario y su papel histórico al frente de los Estados Unidos, ya sea como Presidente de la superpotencia mundial, o como peón de poderes que gobiernan tras bambalinas.

Nunca fue tan importante como lo es hoy el libre debate de ideas, y nunca fue tan brutalmente censurada la opinión divergente como lo es ahora. Frente a una sociedad que desde hace décadas se desintegra progresivamente, surgió un sorpresivo replanteo del curso seguido.

Un conjunto de ideas hegemonizadas en el imaginario colectivo luego de la II Guerra Mundial están siendo cuestionadas por posiciones consideradas “políticamente incorrectas”. El diálogo es necesario para superar grietas en pos de un futuro venturoso para todos. El desafío es encontrar respuestas en común, evitando radicalizaciones retóricas llenas de odio que generan profundas grietas sociales.

En este libro el lector encontrará una mirada original y distinta del fenómeno Trump, enmarcado dentro del eje conceptual de la lucha contra el globalismo. Todo esto desarrollado en un amplio análisis brindado por quien les escribe, un analista geopolítico independiente. Nacido argentino y residente en las sudamericanas tierras del tango, el mate, el asado y los saludos por demás afectuosos. Observo con profunda preocupación el destino de los Estados Unidos, pues lo que sucede allí, repercute inefablemente en el mundo entero. El faro de la democracia está siendo apagado por la oscuraridad ideológica totalitaria del Oriente. No solo Estados Unidos está en jaque, sino la supervivencia de todo Occidente.

Con la imprevisibilidad que lo caracteriza, Trump pudo burlarse y objetar puntos clave de la agenda globalista, y al día siguiente realizó acciones que han sido frecuentes de observar en la práctica por personajes subordinados a globalistas, beneficiando -en teoría- a la elite que aparentemente dice combatir. ¿Qué ha sucedido entre 2016 y 2020?

Se abordarán especificaciones conceptuales sobre globalización y globalismo, que servirán como herramientas categóricas para lograr una mayor comprensión de la realidad geopolítica. Los objetivos reales de la oligarquía bancaria y las resistencias populares; el funcionamiento del sistema financiero de explotación global; la brutal amenaza para todas las libertades individuales; la influencia brutal de los mega-banqueros; muerte y resurrección de Europa; el BREXIT; el auge de los nuevos “nacionalismos populistas”, los peligros latentes del terrorismo; y las políticas genocidas del PCCh. La Rusia de Vladimir Putin; la Hungría de Victor Orban, el Brasil de Jair Bolsonaro, la Italia de Matteo Salvini, la geopolítica multipolar de los nuevos líderes presuntamente “anti sistema”. El desequilibrio del poder mundial. La presión de los grupos de poder internacional. La abolición progresiva de derechos fundamentales como la libertad de expresión; la crisis migratoria; la génesis de las instituciones y de la ideología progresista radical, asi como el control del discurso bajo la nube tóxica de lo políticamente correcto; el marxismo, la socialdemocracia, el lesbofeminismo, el movimiento Queer, el indigenismo, el proteccionismo animal y el ecologismo. La relación de dichos movimientos con el Partido Comunista Chino, la elite globalista y su agenda de despoblación.

En un ambiente espeso, delicado y aburrido de la arena democrática, surge un showman que viene a poner pimienta y acción al debate público. De una manera muy americana, el vaquero más rudo del Oeste entra en la cantina política pateando puertas y traseros. Políticamente incorrecto, controvertido, polémico, a veces torpe, y dotado de una incontinencia verbal exuberante, fue capaz de largar a los cuatro vientos provocadoras y chocantes frases misóginas, xenófobas, racistas, antisemitas, islamófobas. Ésto es posible sólo en el país de la Libertad, en el resto de países occidentales sus opiniones libres lo hubieran conducido a la cárcel como preso político en democracia. Así fue odiado por muchos y caricaturizado por los medios de comunicación masivos como el representante del mal en la tierra.

Esta demonización de la cual Trump ponía su cuota de controversia, se extendió incluso fuera de las fronteras de los Estados Unidos llamando la atención de todos. Las noticias que llegaban de él a la Argentina, eran total y absolutamente con un sesgo negativo, nadie se atrevía hablar bien de semejante ser deplorable. No había, ni hay aún hoy 4 años después, atisbos de imparcialidad. El mensaje era claro: “No había absolutamente nada bueno en él”. Con gran habilidad la prensa hizo foco en los exabruptos, pero curiosamente sus ideas no eran en ningún momento indagadas ni puestas en debate. La opinión publicada sentenció: ¡Trump es el villano del mundo moderno!, ¡él no es el Mesías como los deplorables MAGA creen, él debe ser crucificado! Gritó el coro de enconados neofariseos liberales. ¿Qué dudas quedan?, ¿Qué sentido tiene debatir sobre él?

Pero… ¿Donald Trump es el villano maligno caricaturizado por la prensa? Tal vez él, no es en realidad como lo han retratado. Una imagen inexacta ha sido creada alrededor suyo. Es necesario profundizar sobre su vida e ideas más de cerca, para determinar con rigurosidad todas las acusaciones vertidas en su contra. Abordar la problemática desdibujará la grieta divisiva en la sociedad norteamericana.

En este libro se analizarán las notas discordantes y las contradicciones, tras las cuales se mantienen constantes ciertas líneas esenciales, y se asoma tenue una imagen más fiel a la realidad.

¿Cómo es que el país que más promovió la globalización, ahora la combate? ¿Será este un cambio de timón real o aparente?

Esta investigación, realizada durante 4 años y que recopilé en 2 Tomos, fue hecha a pulmón con muchísimo esfuerzo, sacrificios materiales y tiempo personal. Servirá principalmente al lector norteamericano, para que éste pueda tener una visión más amplia y por ello más libre, sobre el Presidente Donald J. Trump y su papel histórico.

Sobre cada estadounidense pesa una responsabilidad que traspasa sus fronteras. No sólo adentro, sino afuera de los Estados Unidos, hay personas sufriendo y muriendo por las políticas emprendidas por esta superpotencia des hace ya bastante tiempo. Estas voces, como la mía, de países periféricos que han sufrido la intervención y la injerencia globalista, también merecen ser escuchadas y compartidas. Como así también las voces de un gran puñado de intelectuales dentro y fuera de ese gran país.

Me encuentro distante e independiente al microclima partidista entre demócratas y republicanos. Por esta razón la investigación que traigo, puede considerarse un aporte valioso para el diálogo entre uno u otro partido político. Incorporo al debate público a una amplia indagación llena de datos, hechos, citas y perspectivas muchas de las cuales son desconocidas incluso al lector americano.

El análisis transversal que ofrezco, se encuentra impregnado de una óptica soberanista y geopolítica, la misma será de gran utilidad conceptual para los movimientos emergentes que no quieran caer bajo la agenda sutil de la elite globalista. Algunas políticas e ideas emprendidas por D. Trump serán por esta razón, defendidas y otras repudiadas. En todo caso será información útil para valorar este fenómeno.

No estoy a favor de Trump, tampoco en su contra, pues soy argentino y vivo en mi Patria. Sin embargo, al tratarse del Presidente de la super-potencia mundial, históricamente hostil e intervencionista, que ha violado sistemáticamente el derecho de autodeterminación de muchos pueblos; es importante y oportuno analizar la gestión de Trump bajo un eje conceptual anti-globalista, contrario al unipolarismo totalitario, y contrario al neoimperialismo. Trump será aquí juzgado en la medida de su cercanía o lejanía real a la agenda del globalismo.

Luego de aclarado lo anterior surgen interrogantes como ¿Trump es algo nuevo?, ¿disidencia controlada?, ¿es más de lo mismo pero refinado al extremo?, ¿Es el resurgimiento del mal?, o ¿es en el fondo un continuador de las mismas políticas de Estado de los últimos 70 años, pero bajo un nuevo envoltorio?, o ¿es realmente un antiglobalista?

Países en la “periferia” del mundo desarrollado, han sufrido la intervención extranjera de la CIA,que ha llegado a promover golpes de estado como en 1976 (Argentina). Tales abusos incrementaron las filas de los anti-norteamericanos. Luego de décadas de estudios y análisis geoestratégicos referentes a la conformación constitutiva y dinámica de las estructuras de poder global, pude discernir que dichas políticas internacionalistas-globalistas no representan al pueblo norteamericano y sus intereses vitales. Por el contrario son políticas ejercidas a espaldas del pueblo, en beneficio de una oligarquía privilegiada enquistada en los resortes del Poder Real. Los norteamericanos son tan víctimas como mi pueblo y otros. No debería haber nadie más interesado, que el pueblo norteamericano en la tarea de esclarecer estas diferencias pueblo-elite hostil para evitar el creciente antinorteamericanismo del último medio siglo, evitando con ello situaciones peligrosas que pueden afectar –como en el pasado- su propia Seguridad Nacional. La proliferación del terrorismo no fue sino, la respuesta dialéctica a una desatinada y criminal política exterior iniciada por una carrera de invasiones, golpes de Estado, e intervenciones belicistas en Oriente Medio, sumada a una arriesgada maniobra de bandera falsa ejecutada por los servicios de inteligencia.

Mi antinorteamericanismo terminó en 2016 con el triunfo de Trump, quien dijo que dejaría de invadir e intervenir países en todo el mundo, respetando la soberanía de las naciones, criticando ferozmente la agenda liberal-globalista y la autoridad de sus resortes de poder: Los banqueros, los medios de comunicación masivos, la política exterior aplicada hasta entonces.

Meses antes de las elecciones, cuando todos reían de Trump, vaticiné por una red social que él ganaría, no fue suerte, me limité a describir las corrientes subterráneas del clamor popular, que percibí de una masa crítica hastiada del Sistema global imperante desde 1945. Y su victoria motivó la escritura del presente libro, como una investigación que revelará en qué medida el discurso de campaña y la narrativa oficial fue acompañado de hechos y acciones a favor de los pueblos, en qué medida su lucha contra el globalismo es real o aparente. Reiterando mi compromiso exclusivo con la verdad, es que no escatimaré en la crítica aguda de aquellos aspectos que considere una contradicción con lo propuesto.

El mundo no es, ni debe ser, un laboratorio a merced de magnates o políticos locos. El mundo está conformado por seres humanos que, con defectos y virtudes, pretenden ejercer su libertad y el derecho de autodeterminación, deseando ser libres en el concierto de las naciones. Ni más ni menos que las resistencias populares que no aceptan el deseo globalista de aniquilar las naciones y gobiernos soberanos.

Señalar y poner en evidencia estas estructuras de poder global cosmopolitas que utilizan países poderosos como EEUU, Gran Bretaña y China como plataformas o brazos ejecutores de sus particulares políticas criminales, será un gran paso para poder desmantelarlas, neutralizando los efectos adversos que, con su dinámica, afectan negativamente a países tanto desarrollados como subdesarrollados.

La Presidencia de Trump con los numerosos acuerdos de paz logrados en política exterior, contribuyó a la creación de un sistema internacional sin guerras durante 4 años. El destino de todos requiere un mundo libre de cualquier tipo de hegemonía unipolar tiránica, violenta, signada por la persecución, la esclavitud y el extremismo ideológico. Las naciones libres desean que Estados Unidos se mantenga alejado de la agenda neocolonialista-belicista de las anteriores administraciones, caracterizadas por difundir radicalmente el globalismo. Es necesario centrarse en contener el avance del totalitarismo del PCCh. Así como es necesario frenar las interminables invasiones a países del Medio Oriente o África, detener la injerencia en Latinoamérica; acciones que, de hecho, no contribuyen a afianzar la paz y ni la libertad.

El mundo libre reclama un papel mas activo y positivo del liderazgo estadounidense en la defensa de las libertades individuales y la soberanía de las naciones.

Si a usted le importa realmente la Libertad y la lucha contra toda forma de tiranía, y desea vivir en un país independiente, usted debe leer este libro.

El mundo espera ver a Estados Unidos rompiendo las cadenas del Establishment, quiere ver a Estados Unidos venciendo la elite hostil anti-americana que ha asaltado los puntos neurálgicos de poder de ese gran país. Porque solo liberado los Estados Unidos, serán liberadas las demás naciones.

Esperamos la reconstrucción de los Estados Nacionales Soberanos. El restablecimiento de un escenario donde los pueblos puedan entablar relaciones de confianza, sabiendo que sus soberanías no serán violadas por corporaciones, ONG, lobbys, cabilderos o agencias de inteligencia, ni sus países invadidos, ni derrocados sus gobiernos legítimos. Donde en virtud al diálogo constructivo, las voces disidentes, sean de un partido u otro, no sean silenciadas. Donde la llama de la libertad y la Paz puedan iluminar otra vez al mundo.

Las nuevas luchas por la independencia y la desglobalización están llegando. La información y la constante búsqueda de la verdad… serán las mejores armas para evitar la violencia y educar a las juventudes para un futuro mejor.

por Theo Belok

20 de enero del 2021 

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